A Wolf at the door

 Uno de mis personajes ficticios (o no) favoritos es el conde Drácula, todo el místisismo que lo rodea me causa un sentimiento muy extraño en la barriga. 

El Conde Dracula es un ser que puede tomar la forma de cualquier animal para hacer de las suyas. Pero, -siempre hay un pero-, tiene la restricción de no poder entrar a ninguna propiedad privada a menos que el huesped de dicho lugar lo invite a pasar. 
En alguna película o serie o en el libro, no recuerdo en este momento, el Conde toma la forma de un lobo y espera en la puerta, como acechando, esperando pacientemente a ser invitado. 
Claro está, que utiliza todos los engaños posibles para que lo inviten a pasar y así poder hacerse de la sangre de su víctima. 
El lobo en la puerta, es una imagen que me hace sentir incómodo. 
Creo que es una buena imagen para describir cómo se siente la ansiedad. 
La ansiedad viene del latín anxietas -angustia-, así se siente la angustia, como un lobo que esta esperando en la puerta para entrar. 
Aunque el DSM-V tiene una definición más amplia para el tratorno de ansiedad generalizada y todos sus derivados, no qiuero ponerme técnico y más que explicar todo lo que conlleva la ansiedad, quiero explicar como se siente que esté en un lobo esperando en la puerta. 
Para empezar, este lobo ni siquiera existe, no se puede ver, no se puede medir, y no se puede comprobar que esté o no. 
Pero puedes sentirlo, puedes sentir como su presencia te hace sentir incómodo. Ni siquiera está tratando de entrar con engaños como el conde Drácula. Solo esta ahí esperando viendote como ai estuviera juzgando cada movimiento que realizas. 
Con el tiempo te acostumbras a que el lobo esté ahí, no deja de incomodarte pero ya estás acostumbrado a cargar con eso, con eso que te tensa los músculos y no te deja dormir bien por las noches. 
Sobrepensar las cosas muchas veces provoca esa misma tensión muscular, tensión que solo podria aliviar un Norflex Plus,  le damos vuelta a algo cuando la respuesta suele ser muy sencilla, el problema es que la respuesta no nos gusta, y queremos buscar en el mas oscuro rincón de nuestra inteligencia algo más, una solución sacada de la manga. 
He aprendido a vivir con el lobo que me ve desde la puerta, quisiera invitarlo a pasar para que cumpla por fin su cometido y no solo estar cayendo como esperando el impacto. 

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