El amor es eterno mientras dura
Si tuviéramos la conciencia de que las personas son libres de irse cuando quieran, las cosas serían más fáciles. Pero no somos lo suficientemente inteligentes para entenderlo así, nos aferramos a las personas como un niño al dedo de su madre. Personas ajenas, que meses atrás no tenían ninguna relación con nosotros, personas que si hubieran muerto meses atrás, tal vez solo hubiéramos hecho una mueca de desagrado como cuando te va mal en un examen.
Qué engreídos somos. Pero es parte de nuestra naturaleza, apropiarnos de las cosas. Nos creemos dueños de los animales, de los árboles, prácticamente de cualquier cosa que nos pongan enfrente.
Trato de ser crítico, en serio lo hago. Trato de cuestionar las cosas, de hacer válida la hipótesis nula. Sobre todo desde que soy consciente de ciertas cosas.
Antes había dicho que no quería ser un viejo tan sabio, porque significaría que me equivoqué mucho, pero he cambiado de opinión, quiero equivocarme todo lo que pueda, tal vez alcanzo algo de sabiduría mientras soy más o menos joven. No estaría mal. No estaría mal no meter tanto la pata. He aprendido a asignarle a las cosas el peso que merecen. Ya no me mal viajo (como dicen los chavos). Si comparto algo con alguien, lo hago con la conciencia de que es algo que en ese momento puede ser hermoso, pero no será para siempre, porque nada es para siempre. Porque como dicen: El amor es eterno mientras dura. Y si termina está bien. Si pasa, se va a ir a esa caja especial donde se guardan esas cosas. Para que se quede ahí, en el recuerdo, donde deben estar.
Quiero quererte bien con la certeza de que nada dura para siempre y con las ganas de nunca comprobarlo.
ResponderEliminar