El libre albedrío, la mentira que creímos.
Siempre habrá cosas buenas y malas, en todo, en la escuela, en las relaciones, en la vida.
Sucumbir ante los infortunios que aparecen sin avisar, sin alguien anunciándolos, no es bueno, o no sé. ¿Por qué nos sentimos obligados a actuar de tal o cual manera? No me gusta vivir en una sociedad que dicta lo que está bien y lo que está mal, qué pasó con nuestro libre albedrío, es gracioso ver que creímos que éramos libres.
A veces me siento tan vacío, tan sinchiste, me pregunto que es lo que me hace falta para tener lucidez, para ser alguien asertivo, qué he hecho mal, pienso que a mi no me llego ese manual donde se explican los pasos que hay que seguir para ser una persona -adecuada-, supongo que es un manual que cada uno debe hacer, porque cada uno de nosotros tiene una visión diferente de lo que significa ser una persona adecuada, para mí puede ser muy diferente de lo que es para ti. Tal vez ahí radica el problema de las relaciones, queremos que todos sean adecuados, pero el adecuado de nosotros, no el de ellos. Nos falta algo de eso a lo que le dicen tolerancia, aunque pensándolo bien, tal vez ese no sea el problema, somos muchas personas, y no tantas formas de ser alguien adecuado, queremos forzar ser adecuados a quién simplemente para nosotros nunca lo van a ser, tal vez el verdadero problema radique en conformarnos con las relaciones que creemos que pueden funcionar así como son, hemos perdido (o nunca hemos tenido) ese noséqué que nos impulsa a buscar lo que en verdad queremos, quizás sea porque no confiamos en que lo vamos a encontrar, creemos que va a ser una búsqueda vana, una búsqueda sin sentido, una total pérdida de tiempo.
O quizás solo no tenemos esa chispa que nos mueve a querer algo mejor.
Nos han acostumbrado a darle una moldeada a cualquier cosa para hacerla lo más parecido posible a nuestro ideal. No creo que debería ser así, sin embargo, así a funcionado todo este tiempo y parece que son muy pocos los que no se conforman, pero, ¿en realidad vale la pena?
¿Vale la pena esa búsqueda tan cansada?, si con lo que tenemos podemos estar simplemente bien. En realidad ¿sería tan bueno ese ideal para nosotros?
Preguntarse esto es una forma de derrota, de predisposición al conformismo.
Ahora, está muy bien querer encontrar a nuestra persona ideal, pero ¿qué tan probable es que seamos la persona adecuada de esa persona? Y si nos aceptara como somos, en realidad queremos estar con una de esas tantas personas que se conforman con lo que les toca? ¿Alguien que no busca a su persona ideal?
Blah, por eso es tan difícil, por eso no buscamos, alguien se dio cuenta de esto y les dijo a todos que no valía la pena buscar tanto, les dijo que se conformaran con lo que dentro de lo que cabe fuera aceptable para ellos, que aceptaran algo con lo que pudieran vivir.
Comentarios
Publicar un comentario